DESCRIPCIÓN
El cáncer de endometrio con metástasis a distancia, como hígado y pulmón, tiene una tasa de supervivencia del 20%, según la American Cancer Society.
La paciente tiene 73 años y presenta tiroidectomía total, hipertensión arterial, fibromialgia, trastorno depresivo mayor y proctitis ulcerosa, con la siguiente sintomatología en grado intenso-severo: dolores articulares, dolores musculares, desmotivada, ansiosa, fatiga muscular general, disnea de esfuerzo y dolor profundo. La paciente no podía casi caminar ni moverse. Tratada con: levotiroxina, alprazolam y diltiazem.
EVOLUCIÓN
La paciente acude a consulta para mejorar su calidad de vida. Se inicia tratamiento con alimentación muy restrictiva: sin gluten ni lácteos y restringiendo carbohidratos y proteínas animales. Junto con los micronutrientes básicos (vitaminas, minerales, factores vitamínicos, omega 3 y omega 6, aminoácidos esenciales y semiesenciales, y nucleótidos citidina y uridina), y lo micronutrientes específicos N-Acetilcisteína, ácido R-lipoico y vitamina D3.
Antes de acudir a la segunda visita la paciente es diagnosticada de neoplasia de endometrio con metástasis en hígado y pulmón, con un marcador tumoral Ca-125 de 802. La paciente sigue rigurosamente las pautas de tratamiento indicadas por nosotros, y el oncólogo inicia quimioterapia que la paciente no tolera bien por lo que se reducen las dosis.
A las pocas semanas de iniciar el tratamiento con alimentación y micronutrición la paciente presenta una gran mejoría de su sintomatología crónica, permitiéndoles al mes una vida completamente normal. Al conocer el diagnóstico de cáncer y ya después de la gran mejoría clínica observada, se añadió al tratamiento micronutricional: vitamina C liposomada y vitamina MK-4.
A los 4 meses el informe del TAC indica la práctica resolución de los nódulos pulmonares, desaparición de las lesiones hepáticas y disminución de la medida de las adenopatías abdominales. La paciente se encuentra muy bien, hace vida totalmente normal, cuida de sus nietos, va a comprar, hace sus actividades habituales. La paciente junto con su oncólogo deciden no administrar quimioterapia y realizar controles periódicos.
En el TAC torácico y abdominal a los 5 meses y a los 15 meses se mantiene la respuesta radiológica. El marcador tumoral Ca-125 se mantiene alrededor de 8 y las analíticas en sangre son normales. A los 2 años y medio de la primera visita sigue encontrándose asintomática, realiza una vida activa y normal, y los controles analíticos y de radiodiagnóstico no muestran cambios significativos.