DESCRIPCIÓN
Los síntomas digestivos persistentes son frecuentes en los pacientes con antecedentes de cáncer del tubo digestivo, siendo difícil su tratamiento para conseguir una aceptable calidad de vida.
La paciente es una mujer de 57 años con pluripatología y diversos tipos de cáncer. Trastornos mixtos de ansiedad y depresión. Poliposis de colon. Hipotiroidismo. Hipertensión arterial. Urticaria. Dolor lumbar crónico. Síndrome de Lynch tipo II. Carcinoma de recto. Tumoración maligna vejiga urinaria. Doble neoplasia ureteral. Debido a sus enfermedades y múltiples tratamientos agresivos la paciente presenta en grado intenso-extremo: digestión lenta, hinchazón abdominal, deposiciones blandas y líquidas muy frecuentes (unas 20 veces al día), sensibilidad alimentaria, dolores e inflamación articular, síntomas de ansiedad y depresión, insomnio, retención de líquido, contracturas musculares, cansancio y fatiga muscular
EVOLUCIÓN
La paciente acude a consulta buscando desesperadamente una solución a su síndrome diarreico, que es el que más le preocupaba de todos sus síntomas. En las analíticas destaca unas transaminasas elevadas, PCR elevada, Vitamina D reducida y niveles bajos de omega 6 GLA.
Se inicia tratamiento con alimentación muy restrictiva, micronutrientes básicos (vitaminas en su forma activa, minerales, factores metabólicos, aminoácidos esenciales y semiesenciales, omega 3 y omega 6), y micronutrientes específicos: acido R-lipoico, N-acetilcisteína, vitamina D y K, N-acetilglucosamina, distintos tipos de probióticos y la levadura saccharomyces boulardii a dosis elevadas.
Al poco tiempo de modificar sus pautas de alimentación y seguir las pautas micronutricionales, la paciente mejora significativamente de toda su sintomatología, incluida la psicológica, y va reduciéndose lentamente el número de deposiciones, que son blandas pero ya tienen forma, hasta llegar a 6 deposiciones al día en la actualidad.