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AlérgicaEnfermedad crónica

Remisión de la alergia cutánea intensa en un hombre de 50 años.

La dermatitis alérgica afecta entre el 2% y el 10% de los adultos y el tratamiento aplicado se basa en corticoides tópicos y por vía oral, antihistamínicos orales, inmunomoduladores tópicos y tratamiento biológico con anticuerpos monoclonales en los casos que no responden. Se aconseja evitar el alergeno cuando es conocido, aunque lo habitual es que no se conozcan las causas o sea difícil evitarlas.

El paciente es un hombre de 50 años con una alergia de tipo urticaria y eczemas frecuentes y de intensidad extrema, que en ocasiones suponía la necesidad de acudir a urgencias. A menudo no le permitía descansar por la noche. Tratado mediante antihistamínicos y corticoides por vía oral, últimamente con poca respuesta a los mismos. Piel seca, ojos y boca muy secos. Tendencia a la hinchazón abdominal y digestión lenta. Inflamación articular. Tendencia a las arritmias. Cansancio y fatiga muscular intensos. “Niebla mental”, dificultad para concentrarse y falta de memoria reciente. Piel atópica desde la infancia. Las pruebas cutáneas de alergia son positivas a ácaros, gramíneas, olea, plátanus y tomate.

El paciente acude a consulta buscando una solución que no sean los corticoides y también desea tener una mejor calidad de vida, sin tanta inflamación en su cuerpo. En los análisis destaca una vitamina D reducida, una homocisteína elevada y los metales tóxicos arsénico y cadmio elevados. En los análisis de ácidos grasos omegas destacan niveles bajos de EPA, DGLA y GLA.

Se inicia tratamiento con una alimentación restrictiva sin alimentos con azúcar libre, gluten ni lácteos, junto a micronutrientes básicos (vitaminas activas, minerales, factores metabólicos, aminoácidos esenciales y semiesenciales, omega 3 y omega 6), y los micronutrientes específicos: N-acetilcisteína, y vitaminas C, D3 y K2, y gluconato de zinc, junto al fitoquímico quercetina. Se aporta una mayor cantidad del omega 6 GLA.

Desde el inicio del tratamiento completo con micronutrición y alimentación hasta la última visita un año después el paciente se ha mantenido asintomático, sin síntomas cutáneos y mejorando marcadamente su calidad de vida al no presentar cansancio, inflamación articular ni trastornos digestivos, ni tampoco disfunción cognitiva. No ha precisado administrarse fármaco alguno.